Hola, feliz domingo. Esta semana, el diario El País dedicaba un artículo a la obra sin permiso que se hizo en casa de Isabel Díaz Ayuso y que obligó a cerrar un restaurante. Puede darse por hecho que el dueño del local está indignado con la presidenta, pero no hay que olvidar los resultados de las elecciones madrileñas:
“Voté a Ayuso y la seguiré votando aunque me haya tirado encima sus aguas fecales. ¡Viva la libertad y viva la hostelería!”
Un asunto relacionado, aunque sea indirectamente, con este escándalo, ha protagonizado uno de los artículos más leídos estos últimos días:
Se hace un chequeo en un centro de Quirón y le encuentran facturas falsas en el recto
«Hay un papel de Panamá adherido al plexo hemorroidal interno que podría acabar provocando molestias con la Agencia Tributaria», informó el facultativo.
Pero sigamos repasando otros contenidos destacados de la semana, que no todo es Madrid.
TVE renuncia al fichaje de Broncano y anuncia el estreno de La Residencia, presentado por un funcionario de la cadena pública de 103 años
El espacio será «un programa de entrevistas fresco, pero fresco de los años sesenta, no esa frescura de ahora, que no es fresca ni es nada», en palabras del veterano comunicador.
Un español que lleva 14 años cobrando en visibilidad alcanza los 17 metros de altura
“Ahora se me ve desde el espacio, pero sigue sin alcanzarme para pagar el alquiler”, lamenta Héctor.
Escribir en los exámenes de Selectividad “me la suda, no hay futuro” penalizará un 10% de la nota a partir de 2025
Escribir “aaaaahhhhhhhhh” y “socorroooooo” en medio de las respuestas también contará como error.
Le dice a su marido que está embarazada y él pregunta si lo cubre el seguro
Al día siguiente, el hombre seguía esperando una respuesta del seguro, insistiendo en que «la rotura de aguas sí que nos la tendrán que pagar, no deja de ser un escape».
Tras un pequeño accidente picando cebolla, un cocinero orgulloso insiste en que la receta original incluye dedo
“Desmayarse es parte de la receta”, ha dicho tras pasar unos minutos inconsciente en el suelo de la cocina a causa de la pérdida de sangre.
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